Woow tranquilo viejo(así me diría Drake) ahora si me fui a la yugular con este título.

A la yuguuuulaaaar 

Pero antes de que se me infarten los estilistas, las estéticas, los salones de belleza, les digo que no se preocupen… que lean todo el artículo y me darán la razón (no se queden solo con el título como tu tía que siempre está cree en las fake news).

Llevo años y años escuchando a cientos de clientes quejarse de los salones de belleza (y también a estéticas quejándose de clientes) así que decidí de una vez por todas escribir este artículo para sacar el problema al público y que me digan su opinión sincera.

El problema de las agencias de los salones de belleza es que… la mayoría son malísimos, y ojo que no dije que todos, dije que la mayoría.

Por supuesto que existen salones buenos que entregan resultados fantásticos, pero por cada una de ellas existen 10 si no es que 20 mediocres.

Y es que, es tan “fácil” poner un salón de belleza que cualquier persona con unas tijeras, un peine y conexión a un puerto para conectar una secadora puede hacerse llamar así, eso nos ha traído cosas muy buenas como que de la nada una persona abra una estética o barbería desde su casa mientras está en calzones comiendo Cheetos Puff (te extrañamos, Chester) y que esa persona lleve su talento y trabajo duro a crear un excelente salón de belleza que le da muy buenos resultados a sus clientes.

Pero esa misma barrera baja de entrada, ha generado que miles de personas sin el talento o la educación necesaria abran “estéticas o barberías” obvio de estilismo y consigan clientes.

La pregunta es ¿por qué una mala estética o barberai conseguiría clientes? Y la respuesta es fácil, porque el mercado en Latam (así me referiré a Latinoamérica en el artículo, no crean que tengo dislexia y quería escribir "tamal") aún no está tan maduro en cuanto a estilismo profesional.

Esto quiere decir que hay todavía millones de salones que no hacen estilismo profesional y que, si llega una estética o berbershop mediocre y les hace un trabajo mediocre… van a estar contentos.

Claro, de no hacer nada a hacer uno, es un gran avance (y tal ves me vea como tía regañona pero esa misma persona si hubiera hecho bien las cosas desde el principio no tendría que estar haciendo un servicio, tendría que estar haciendo muchos más).

El movimiento de belleza en Latam no sabe de estilismo profesional tanto como debería(ese es mi trabajo todos los días) así que no hay presión para que las estéticas, barberías, salones de belleza mejoren, no es necesario.

¿Por qué una estética mejoraría si eso no le genera más clientes? Exacto.

Esa es la razón por la que si levantas una piedra en Latam… salen esteticas.

Todos quieren abrir su estética, todos creen que pueden y solo algunos logran dar un servicio de calidad (upss).

Esa es la buena noticia para los salones, con que le sepan tantito al “colory” (como le dice tu tía) ya van a poder conseguir clientes, la neta.

Pero la mala noticia es que conforme el ecosistema de Latam vaya aprendiendo de estilismo profesional y no el casero, los clientes vayan madurando y la persona promedio tenga más educación de estos temas que antes (esa es mi misión) los clientes van a comenzar a exigir más y mejores resultados… y las estéticas mediocres van a estallar como la estrella de la muerte.

Tan tan taaaaaan - (Musica de suspenso)

En Latam, para conseguir a un cliente nuevo, lo tienes que convencer de que se haga algo diferente,  como cortar en demasía, dejarlas rubias, y lo peor de todo darle una consulta equivocada pero en USA para conseguir a un nuevo cliente se lo tienes que bajar a otro salón literalmente y eso si requiere competencia de verdad.

Entonces, curiosamente el problema con los salones de belleza… no son los salones, son los clientes.

Los clientes desinformados en el tema (y es normal pues no estudiaron estilismo) que simplemente llegan para hacerse “algo” porque su vecina ya se arreglo su cabello y no se quieren quedar atrás.

Nuestro deber debe ser, dar recomendaciones certeras

¿Queremos tener mejor el salón de belleza? Exijamos más como clientes.

Pero para exigir hay que aprender, hay que estudiar y hay que saber de qué estamos hablando.

Si vas a un restaurante y pides una carne asada y llega totalmente fría… probablemente le dirías al mesero algo como “oiga chavo chavitooo, mi carne está helada, cámbiemela por favor” porque ya has comido carne asada mil veces y sabes perfecto que tiene que venir calientita (literal con el humillo de caricatura).

Pero, si nunca jamás has comido carne asada y no conoces como se sirve, te pueden traer carne fría, tú no te vas a quejar y te la vas a comer así como viene (por eso chav@ chavit@@) sin realmente conocer lo deliciosa que es una carne asada bien hecha y calientita.

Por menos carnes asadas frías y menos estéticas mediocres, por más educación tanto de los salones de belleza como de los clientes y por un Latam mucho más avanzado en estilismo profesional… por eso me levanto todos los días y trabajo en Twiggylismo (uffy que cierre tan motivador).

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